A la hora de luchar contra la cría indiscriminada de
cachorros tenemos dos opciones, adoptar o comprar de manera responsable. Esto
es fundamental a la hora de impedir que haya perros que pasen la vida entera en
jaulas y los utilicen como simples máquinas de procrear.
Yo personalmente, siempre me decanto por la adopción, de hecho nunca he comprado ni compraré
un perro ya que va contra mis principios y nunca he mirado la raza, pero hay veces que las personas buscan una raza determinada
por diferentes motivos y solamente la pueden tener si acuden a un criadero. Tendemos a asociar esta palabra de manera negativa debido a las barbaridades que hacen algunos desalmados pero tenemos que abrir la mente y saber distinguir a unas personas de otras, es decir, a aquellas que den todas las facilidades a la hora de que el futuro
comprador pueda acceder a toda la información que desee referente a los
cachorros y le permita ver con sus propios ojos las condiciones, el entorno y
el trato a los animales.
Hay
quien piensa que un perro es sólo eso, un perro, un animal más, en cambio otros
sabemos que es el único ser en el mundo que nunca nos juzgaría, que no le importa como seamos, la situación económica que tengamos ni cuantos errores
cometamos. El único objetivo de su vida es amarnos incondicionalmente sin
esperar nada a cambio.
Estas
palabras son las primeras que leemos cuando entramos en la página oficial de Oro del Olimpo la cual os invito a que visitéis.
Una
declaración de intenciones en toda regla de lo que piensan Lydia Rivas y Cristina Alonso, fundadoras de este
criadero de Puente Genil en córdoba, de la raza Golden Retriever, exclusivo, familiar Y
RESPONSABLE. La historia de estas dos mujeres y su sentimiento por
el mundo del perro se plasma a la perfección en su proyecto ya asentado y nos
enseñan a todos qué es el trabajo bien hecho. Ante todo el bienestar de sus
animales o como ellas dicen “nuestra creciente y querida familia”.
Desde muy pequeña y como dice su madre, Lydia tenía que acariciar a todos los
perros que veía por la calle independientemente de su tamaño o aspecto, entre risas dice, “era horroroso”. Tuvo un enorme perro cruce de
mastín que adoraba, y cundo murió decidió adquirir una mastín del pirineo,
“Carla”. Fue la que, a pesar de su corta existencia y
sus múltiples problemas de salud, marcó un antes y un después en la vida de
Lydia. “Era mi amiga inseparable, mi alma gemela”. Por
mediación de la criadora de “Carla”, conoció la raza Golden Retriever, “el flechazo fue instantáneo, a los pocos meses ya tenía en casa a la
mejor amiga de “Carla”, la incombustible “Nani”, que con su desparpajo y su
forma de ser consiguió hacerse la reina de la casa”.Cristina
se enamoró de esa cachorrita de seis meses en cuanto la vio a pesar de no haber
tenido nunca perro, es más, de niña le atacó un pastor alemán y tenía cierto
respeto a los perros aunque era una gran amante de los animales.El sentimiento de pasión se lo transmitió lydia cuando la conoció y sobre todo cuando comenzó a convivir con la mastina "Carla" y la Golden Retriever "Nani". "Ahí cambió por completo mi vida. A los dos años murió "Nani".
Falleció en brazos de Lydia sin que pudieramos hacer nada, era grande por fuera e inmensa por dentro. Plantó en nosotras la semilla de la devoción por estos animales.Queríamos conocerlo absolutamente todo. "Nani" se convirtio en el centro de nuestra vida. Conocimos
criadores, leímos, nos empapamos de todo y empezamos a entender la maravillosa
lavor que los criadores serios hacen por las diferentes razas como fijar y
potenciar sus virtudes y ensalzar sus mejores características. En el mundo de la cinofilia se ha hecho un gran esfuerzo por
conservar la esencia de las razas y eso merece un enorme respeto. Si nos
planteábamos ser criadores teníamos que saber muy bien donde pisar, tratar
siempre de mejorar y dejando una base clara: EL RESPETO. Decidimos que
“Nani” fuera mamá en 2007. Esa experiencia, en la que tanto nos implicamos y
tanto nos enseñó, a pesar del enorme trabajo que cuesta sacar adelante una
camada (dificultades en la cría y muchas noches sin dormir), nos metió el
gusanillo en el cuerpo. A pesar de que seguimos con nuestros trabajos, estudios
y proyectos, poco a poco y cada vez mejor preparadas empezamos con la cría a
nivel profesional y la introducción en el competitivo mundo de las exposiciones
de belleza, mucho más complejo de lo que pueda parecer a simple vista. Pero si
algo queremos recalcar es que desde nuestro comienzo tuvimos algo muy claro,
nuestros perros son y serán siempre nuestra familia.No son objetos de usar y tirar o simplemente de exposición
ante un juez. Lógicamente buscamos la belleza, cumplir con el
estándar y tenemos nuestros propios gustos muy bien definidos sobre los que
trazar nuestra línea, pero ante todo BUSCAMOS EL BIENESTAR DE NUESTRA FAMILIA,
SU SALUD Y LA DE SU DESCENDENCIA.
Lydia
y Cristina Cristina y Lydia
Aman
a los perros y se desviven por una raza en particular preservándola de manera
responsable. Su labor con los Golden Retriever es de admirar.
No viven para
aprovecharse de los perros como hace mucha gente sin escrúpulos y ponen sus condiciones a la hora de entregar un cachorro por el bienestar de este. Viven
"Por" su familia cuidándose muy mucho de a quien entregan a sus
pequeños e incluso en caso de que el propietario, por la razón que sea, no
pudiera hacerse cargo del perro tiene la obligación de devolverles al
animal para evitar así el abandono. Son el ejemplo perfecto de cómo debe ser un criadero de perros. No es un medio de vida sino una manera de entender la vida basado en el respeto y el "AMOR".
Una es Oro, la otra el Olimpo, el resultado...SU FAMILIA.
Comprueva la filosofia de Lydia y Cristina en este video
El verdadero significado de la palabra criadero
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