Cuando los perros se relacionan entre ellos sin intervención humana de por medio, la tónica general es la calma y la tranquilidad dentro del grupo. Entre ellos saben comunicarse, tienen las mismas necesidades y viven en función de ellas, se nutren de su entorno y aprenden cual es su lugar dentro de él. Son capaces de anteponer las necesidades del grupo a las suyas propias para que el engranaje social funcione como un reloj suizo. Los pilares principales son la colaboración y el respeto. Esto cambia cuando intervienen las personas. ¿Por qué ocurre esto?. Las causas varían en función del tipo de relación entre el perro y su referente human@. Subestimar al perro, no saber comunicarnos con ellos, intereses personales, utilización de herramientas inapropiadas y un largo etcétera son sólo algunas de ellas.
Mi objetivo es que podamos cambiar la visión que tenemos de nuestros perros para poder lograr esa convivencia gratificante y armoniosa que todos queremos y poder disfrutar de un verdadero amigo.
Respetémosles y hagamos un esfuerzo por entenderles..."se lo merecen".


lunes, 24 de octubre de 2016

Miradas

Hace algún tiempo vi en un programa de televisión algo que me llamó la atención.
Dos enfoques muy diferentes en lo que se refiere a la relación, educación o trato con un perro.
En primer lugar salió una entrevista a una educadora canina en positivo acompañada de un cachorro de pastor alemán dorado de ocho meses de edad. Explicaba que para educar a un perro hay que enseñarle una serie de órdenes como el junto, el siéntate, cómo pasear sin tirar de la correa, cómo hacer que el perro nos preste atención para así poder controlarlo...etc. Eso sí,todo de manera muy positiva y puntualizando que no hay un perro igual a otro.
A continuación le hicieron una entrevista a un escritor cuyo perro le había servido como inspiración para escribir su última novela.
Esta persona, por circunstancias, nunca había tenido perro, pero dice cosas como estas de su compañero tras once años de convivencia con él:
"R...es mi primer perro", "NUNCA lo he llevado a educar", "me habla con su mirada", "vivo con él", "es insustituible", "me enseña a mirar bien", "me fío completamente de R"... "He aprendido a saber callar", y a la última pregunta de la entrevistadora: ¿Qué has aprendido de tu perro?. La respuesta ha sido:
"Me gustaría ser un buen perro"...........

Ver estas dos entrevistas me ha hecho reflexionar sobre algo que considero de vital importancia para el verdadero bienestar de los perros domésticos: ¿En que dirección vamos evolucionando en la relación con estos animales? ¿Qué sentido tiene educar al perro como lo hacemos hoy? 
La sociedad está comenzando a darse cuenta de que hay que dejar de mirar la educación del pasado para, desde este presente, cambiar la educación del futuro. 
Me voy a tomar la licencia de mostrar una cita de una amiga de las redes sociales (Amara) por que creo que es un reflejo de una mirada "diferente" hacia nuestros perros y que cada vez más personas compartimos.

"No vayas detrás de mi, tal vez yo no sepa liderar. No vayas delante, tal vez yo no quiera seguirte... Permíteme ir a tu lado para poder acompañarte y caminar juntos"

Las relaciones verdaderas se basan en la confianza y en el respeto. Buscar el control, aunque sea amablemente, es una forma de imposición que estará limitando una buena comunicación al final del día.
Seamos más humildes y no intentemos "enseñar" a nuestro perro. Aprendamos de ellos. No es tan difícil. Simplemente tenemos que estar dispuestos a observar y confiar para ser nosotros los que aprendamos a vivir.
Si creamos una relación sin un objetivo y dejamos de lado nuestra obsesión por controlarlo todo, las cosas comenzarán a cambiar.
¿Difícil?. Quizás, pero no es imposible y... ¡Merece la pena!

Míchel Merino. Educación canina



Cuando generas una relación sin expectativas y manejando tu deseo de controlar todo, verás que las cosas comenzarán a cambiar : Es dificil, pero no es imposible.
Buenos dias!

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