Dos enfoques muy diferentes en lo que se refiere a la relación, educación o trato con un perro.
En primer lugar salió una entrevista a una educadora canina en positivo acompañada de un cachorro de pastor alemán dorado de ocho meses de edad. Explicaba que para educar a un perro hay que enseñarle una serie de órdenes como el junto, el siéntate, cómo pasear sin tirar de la correa, cómo hacer que el perro nos preste atención para así poder controlarlo...etc. Eso sí,todo de manera muy positiva y puntualizando que no hay un perro igual a otro.
A continuación le hicieron una entrevista a un escritor cuyo perro le había servido como inspiración para escribir su última novela.
Esta persona, por circunstancias, nunca había tenido perro, pero dice cosas como estas de su compañero tras once años de convivencia con él:
"R...es mi primer perro", "NUNCA lo he llevado a educar", "me habla con su mirada", "vivo con él", "es insustituible", "me enseña a mirar bien", "me fío completamente de R"... "He aprendido a saber callar", y a la última pregunta de la entrevistadora: ¿Qué has aprendido de tu perro?. La respuesta ha sido:
"Me gustaría ser un buen perro"...........
Ver estas dos entrevistas me ha hecho reflexionar sobre algo que considero de vital importancia para el verdadero bienestar de los perros domésticos: ¿En que dirección vamos evolucionando en la relación con estos animales? ¿Qué sentido tiene educar al perro como lo hacemos hoy?
La sociedad está comenzando a darse cuenta de que hay que dejar de mirar la educación del pasado para, desde este presente, cambiar la educación del futuro.
Me voy a tomar la licencia de mostrar una cita de una amiga de las redes sociales (Amara) por que creo que es un reflejo de una mirada "diferente" hacia nuestros perros y que cada vez más personas compartimos.
"No vayas detrás de mi, tal vez yo no sepa liderar. No vayas delante, tal vez yo no quiera seguirte... Permíteme ir a tu lado para poder acompañarte y caminar juntos"
Las relaciones verdaderas se basan en la confianza y en el respeto. Buscar el control, aunque sea amablemente, es una forma de imposición que estará limitando una buena comunicación al final del día.
Seamos más humildes y no intentemos "enseñar" a nuestro perro. Aprendamos de ellos. No es tan difícil. Simplemente tenemos que estar dispuestos a observar y confiar para ser nosotros los que aprendamos a vivir.
Si creamos una relación sin un objetivo y dejamos de lado nuestra obsesión por controlarlo todo, las cosas comenzarán a cambiar.
¿Difícil?. Quizás, pero no es imposible y... ¡Merece la pena!
Míchel Merino. Educación canina
Cuando generas una relación sin expectativas y manejando tu deseo de controlar todo, verás que las cosas comenzarán a cambiar : Es dificil, pero no es imposible.
Buenos dias!
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