El término dominante se puede mirar desde dos ángulos
diferentes. Desde el punto de vista humano y desde el punto de vista de las
diferentes especies animales.
Un humano dominante tiene como objetivo someter a otro u otros para
satisfacer sus propios intereses y muchas veces, para conseguirlo, utilizará
cualquier medio que tenga a su alcance (la fuerza, la coacción, chantaje
emocional..etc) sin importarle lo más mínimo los demás. Tenemos ejemplos
miremos donde miremos. Mujeres maltratadas, jefes autoritarios,
dictaduras…Somos la única especie capaz de autoaniquilarse. Fuerte ¿no?. Al decir que un perro es dominante, ya damos por hecho que va a actuar así con nosotros y por lo tanto tenemos que someterlo para poder controlarlo.....Respecto a esto, sólo puedo decir (gritar).. ""Es la mayor tontería que nos hemos creído con respecto al comportamiento del perro""(dichosa dominancia)
Desde
el punto de vista del resto de las especies, incluidos los cánidos, lo que se
denomina macho o pareja dominante es algo muy distinto. El macho dominante o
pareja dominante de una manada o jauría salvaje utilizará todo tipo de rituales
para calmar los ánimos ante una situación que conlleve una posible
desestabilización del grupo. Utilizará señales de calma y un lenguaje corporal
adecuado para tranquilizar a los miembros del clan, evitando todo lo posible la
violencia. ¿Por qué?.....Simple y llanamente “para sobrevivir” y mantener al
grupo unido. Estas parejas dominantes guiarán al grupo familiar en todo lo referente a la caza o la defensa del territorio. Velarán por la armonía familiar y sus relaciones. En definitiva, el grupo depende de la experiencia de sus líderes . El
caso de nuestros perros domésticos es muy diferente.
No viven en manadas aunque
algunos se empeñen en decir que la familia del can es su manada. No tiene ni
pies ni cabeza comparar una manada de lobos salvajes con una relación entre
humanos y perros, pero sí nos deberíamos fijar en la relación entre una madre y sus cachorros o entre lo demás miembros de la familia y observar la armonía y la serenidad con la que interactúan. El problema que
tenemos con nuestro perro doméstico nunca es su dominancia. Es su falta de
socialización o nuestra falta de información respecto a cómo funciona su mente, sus procesos de aprendizaje en cada etapa de su vida. Ya es hora de que dejemos de decir eso de "mi perro es dominante", cuando.. tira de la correa, es agresivo, nos gruñe cuando nos acercamos a su plato, se pelea con otros machos, nos salta encima, sale antes que nosotros por la puerta……etc.etc.etc. Asumamos nuestra reponsabilidad y digamos...no se cómo manejar la correa, no le he permitido estar
tranquilo, no se darle de comer de forma relajada, no le he dejado relacionarse con otros
perros, no le he dado la oportunidad de estar relajado ante mí, no se permitirle salir a la calle tranquilo…..etc.etc.etc. Un perro doméstico bien adaptado "no tiene ninguna necesidad de ser" ""dominante"", pero sí
necesita más que nada en el mundo una persona junto a él que, primero lo respete como perro, y después le de la oportunidad de desarrollarse a su ritmo y le deje adaptarse a nuestra sociedad mediante una buena comunicación y no intentando controlar todos y cada uno de sus movimientos. Una sociedad que si es de locos para nosotros...imagina como lo será para nuestro perro.
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